Producción controlada de tenca para optimizar su cultivo y la rentabilidad del sector
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Producción controlada de tenca para optimizar su cultivo y la rentabilidad del sector
06 oct 2021
El Centro de Investigación en Acuicultura desarrolla una metodología para evaluar la calidad de las larvas de tenca en cuanto al desarrollo del esqueleto, con el objetivo de conseguir una producción más controlada, tanto en número como en calidad, para optimizar los procesos de cultivo de las empresas de la región
Investigadores del Centro de Investigación en Acuicultura del ITACyL, dentro del proyecto OPTIACUA y en colaboración con una empresa del sector, han desarrollado una metodología para evaluar la calidad de las larvas y juveniles de tenca en cuanto al desarrollo del esqueleto. El objetivo es conseguir una producción más controlada, tanto en número como en calidad, lo que redundaría en una mejora de su cultivo y, por lo tanto, en una mayor rentabilidad para las empresas del sector, que demandan metodologías que les permitan optimizar sus procesos de cultivo, así como para la toma de decisiones tempranas.
La metodología implementada a través de este proyecto les permitirá conocer cómo es la calidad del pescado cultivado y cómo, mediante el control de las condiciones de cultivo y/o de alimentación, se mejora su eficiencia de producción. De esta forma, el sector podrá garantizar una calidad de producto antes de salir al mercado, reducir costes y mejorar el bienestar de los animales cultivados.
Y es que los peces, al contrario de los otros animales de producción ganadera, son muy prolíficos. En ganadería (de porcino, vacuno y/u ovino) la gestación de la descendencia es interna y el número de descendientes por madre es de 1-10 individuos, teniendo un gran tamaño (superior a 1 kilo) al nacer, con los órganos vitales bastante desarrollados y con un gran control de su desarrollo inicial vía cuidado y alimentación materna. Por el contrario, en los peces, la descendencia que se puede obtener por madre puede llegar a ser de entre 100-100.000 individuos, aunque estos son de muy pequeño tamaño (de unos pocos mg de peso). Debido a que su desarrollo después de la fecundación es en su mayoría externo (en el medio), sin ningún control parental (salvo en unas pocas especies), la alteración de las condiciones de incubación de los huevos o del cultivo durante la fase larvaria tiene una gran impacto en su desarrollo y supervivencia.
Producción controlada, clave para el éxito del cultivo
Las condiciones del cultivo (temperatura, densidad de cultivo, oxígeno disuelto en agua, etc.), pero también las prácticas y regímenes alimenticios (adición en cantidad y frecuencia de alimento y calidad nutricional del mismo) son factores determinantes del desarrollo larvario en peces, que pueden implicar un desarrollo anormal de los mismos. Por lo tanto, asegurar una calidad de los alevines cultivados (su pigmentación, capacidad de resistencia a enfermedades y situaciones de estrés, morfología externa y el desarrollo de su esqueleto) es clave para el éxito de su cultivo, puesto que una baja calidad aumentaría los costes de producción, y disminuiría los márgenes de beneficio, la eficiencia de su producción, el bienestar animal, así como la percepción de los consumidores del pescado de cultivo como producto de calidad.
La tenca (Tinca tinca) es un pez de la familia de los cíclidos característico de aguas estancadas, ampliamente conocido gastronómicamente en las comunidades de Castilla y León, Castilla la Mancha y Extremadura, y con un alto valor de mercado (16-18 € el kilo). También es ampliamente conocida por los aficionados a la pesca deportiva, siendo de uso recreativo como cebo vivo.
Valor añadido para el sector
Hasta ahora, su producción se ha basado en lo que se conoce como tecnología de cultivo en sistemas extensivos. Para ello, los animales se estabulan en charcas naturales, a baja densidad y con un control muy limitado tanto de los parámetros de cultivo como de su alimentación y bienestar. Si bien en algunos casos los alevines son obtenidos de puestas naturales en las propias charcas, la mayoría de los productores hacen inducción de la puesta en los reproductores. En este caso, tras la incubación de los huevos, las larvas eclosionan y son devueltas a las charcas naturales, dejando que estas se alimenten de las presas que puedan encontrar en ellas. Todo ello implica que su producción anual sea inestable en número y calidad, dependiendo muchas veces de las condiciones climatológicas y de manejo realizado en las empresas (que generalmente es de carácter familiar).
Las investigaciones llevadas a cabo por el ITACyL en esta materia, y que han sido publicadas en la revista internacional Animals, permitirían una producción más controlada, tanto en número como en calidad de las larvas, y por lo tanto supondría un valor añadido para las empresas del sector.
Además de los resultados obtenidos en tenca, se han llevado a cabo estudios paralelos para revalorizar especies de leguminosas de producción local como el alverjón y el titarro mediante su incorporación en las dietas de trucha arcoíris (Oncorhynchus mykiss) con resultados muy prometedores.
Desde el Centro de Investigación en Acuicultura, con sede en Zamarramala (Segovia) se ofrece soporte a nuevos emprendedores para la producción de tenca en Castilla y León para fortalecer además la competitividad de los productores de dicha especie en España.